Querella sostiene que fue premeditado y planificado el crimen del genetista ganadero en Córdoba

La abogada querellante de la familia de Daniel Martinengo (51), el genetista asesinado a balazos el 29 de diciembre en un bar de la localidad cordobesa de Pozo del Molle, dijo hoy que el detenido e imputado por el hecho «premeditó y planificó» el crimen y alertó que la defensa pretende instalar que se trata de un «paciente con tratamiento psicológico» para justificar que actuó bajo un estado de «conmoción».

La letrada Analía Nicolli se refirió así al acusado del «homicidio agravado por uso de arma de fuego» de Martinego, Alexis Agustín Barrio (39), quien admitió el hecho al ser indagado por el fiscal de instrucción del Tercer Turno de la ciudad de Villa María, René Bosio.

Según dijo Nicolli a Télam, en esa declaración Barrio argumentó que el asesinato estuvo motivado por una supuesta «infidelidad» de su esposa «con Martinengo».

Para la querella, la estrategia de la defensa de Barrio, a cargo de Daniel Volpe, apunta a demostrar que el homicida está bajo «tratamiento psicológico y psiquiátrico como consecuencia de esa supuesta infidelidad» y que en un estado de «conmoción psicológica cometió el acto criminal».

Nicolli resaltó que de acuerdo a los datos que ya están en la causa, en la madrugada del 29 de diciembre Barrio se había retirado de un boliche en su vehículo y en el trayecto vio a Martinengo desayunando en un bar.

Acto seguido -relató-, «fue hasta su casa, se bañó, se cambió, puso un arma en su cintura y se fue hasta el bar donde estaba Martinengo y lo mató a sangre fría», lo cual demuestra que se trató de una acción «premeditada y debidamente planificada».

La abogada agregó que el imputado es apoderado del Tiro Federal de Pozo del Molle, tiene documentación acreditada para la portación y tenencia de armas y hace un año y medio obtuvo el segundo puesto de tiro al pichón en la Copa del Rey en España, por lo que «es un experto y deportista del tiro».

Para todo eso, aseguró, debe acreditar «aptitudes psicofísicas para manipular armas».

«No estamos frente a un caso de emoción psicológica violenta. Fue todo racional, premeditado y planificado», reiteró Nicolli, que agregó que está a la espera de la documentación que podría acreditar que el arma que utilizó para matar al genetista la habría adquirido hace pocos meses.

El 29 de diciembre, alrededor de las 7:30, Barrio llegó al bar ubicado sobre ruta 158 de Pozo del Molle, en el departamento Río Segundo, se sentó en la misma mesa donde desayunaba Martinengo, a quien conocía, e intercambió con él algunas palabras.

Luego de pocos minutos de diálogo, Barrio se levantó, sacó una pistola 9 milímetros y ejecutó tres disparos a Martinengo, quien murió desangrado en la vereda del bar.

El informe de autopsia determinó que la víctima sufrió un «shock hipovolémico» provocado por los balazos que ingresaron en hombro, la aorta y un pulmón.

Martinengo era un genetista ganadero de trayectoria, reconocido a nivel nacional e internacional, quien trabajaba en la empresa Genex Argentina.

Fuente: Tèlam

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