El primer ministro británico reafirmó deseo de detener cruces de migrantes por el canal de la Mancha

El primer ministro británico, Rishi Sunak, reafirmó hoy su determinación de poner fin a las travesías ilegales de migrantes en el canal de la Mancha, tras un naufragio que dejó al menos seis muertos el sábado.

«Se trata obviamente de una tragedia terrible y los pensamientos (del primer ministro) están ante todo con las familias y los amigos de quienes perdieron la vida», declaró el vocero de Sunak a los periodistas, informó la agencia de noticias AFP.

El naufragio de la embarcación «es un duro recordatorio de lo peligroso que son estos cruces y de lo vital que es desmantelar estas bandas criminales», añadió, afirmando que es «correcto que el gobierno actúe con urgencia» para detener estas llegadas.

Londres trabaja actualmente con París para usar «todos los resortes posibles» en vistas a impedir los cruces hacia el Reino Unido por esta ruta, una de las más transitadas del mundo.

Seis exiliados afganos murieron el sábado en el naufragio de una embarcación que transportaba a más de 60 migrantes desde el norte de Francia en dirección a Reino Unido.

El Gobierno conservador hizo de la lucha contra estos cruces, que en los últimos cinco años aumentaron considerablemente, su prioridad.

El canal de la Mancha es una de las rutas más transitadas del mundo, y es escenario de múltiples naufragios en los últimos años.

Pese al peligro de la ruta, los migrantes aún intentan llegar a Reino Unido a través de este canal, que desde 2018 fue cruzado por más de 100.000 personas ilegalmente, a bordo de pequeñas embarcaciones, según las cifras oficiales difundidas este viernes por Londres.

El recuento de los cruces del canal en lanchas procedentes sobre todo de Francia comenzó en 2018, cuando el cierre del puerto de Calais y de la terminal de Eurotúnel dificultaban o imposibilitaban el paso de migrantes en camiones, lo que animó a los traficantes de personas a optar por la ruta marítima.

Sunak convirtió en prioridad «parar los barcos» de migrantes que cruzan ilegalmente el canal de la Mancha desde Francia, para torcer las encuestas de cara a las elecciones generales del año que viene.

Uno de los proyectos para lidiar con la problemática fue instalar a los solicitantes de asilo en barcazas atracadas en puertos para bajar la recepción de migrantes, pero el pasado viernes, el Gobierno británico debió evacuar una barcaza dispuesta como controvertido centro de detención para los migrantes indocumentados, tras detectar una bacteria en el agua. Según las autoridades, ninguna persona llegó a infectarse.

El barco, bautizado como Bibby Stockholm, con capacidad para alojar a 500 personas, fue amarrado en el condado de Dorset, en el sur de Inglaterra, y generó opiniones divididas entre la población.

Downing Street justificó el uso de estas barcazas para alojar a los inmigrantes, de ser una alternativa más económica que mantenerlos en hoteles y así nivelar el impacto económico de las políticas de asilo.

Ya a mediados de julio, el Parlamento británico aprobó una polémica ley sobre inmigración, que impide solicitar asilo a los migrantes que lleguen de forma irregular a Reino Unido y que fue duramente cuestionada por la ONU, que advirtió que va en contra del derecho internacional sobre personas refugiadas.

Con esta iniciativa, el Gobierno británico quiere que los inmigrantes irregulares sean rápidamente detenidos y expulsados, ya sea a su país de origen o a un tercer país, luego de que el proyecto oficial para expulsarlos a Ruanda sea frenado por la justicia europea y del Reino Unido.

El año pasado, el Reino Unido alcanzó un acuerdo con Ruanda para enviar allí a migrantes en situación irregular, pero de momento no se realizó ninguna expulsión. El primer vuelo en el marco de este pacto, previsto en junio de 2022, fue cancelado a raíz de una decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).

En 2022, 45.000 personas cruzaron el canal, escenario de múltiples naufragios en los últimos años, como el de noviembre de 2021, cuando murieron al menos 27 personas.

En lo que va de año, lo hicieron más de 13.000, la mayoría oriundos de Afganistán.

Fuente: Télam

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